Para los elefantes, asegurar el lugar privilegiado en un abrevadero es un gran problema. Los robustos herbívoros no dudarán en lanzar su peso si algo se interpone en su camino hacia el agua.
El turista Krishna Tummalapalli estuvo de safari con su familia en el Parque Nacional Kruger de Sudáfrica a principios de este año, donde pudo filmar una asombrosa interacción entre un elefante sediento y un rinoceronte audaz que (quizás tontamente) trató de defender su posición en un pozo para beber.
El rinoceronte, aparentemente sobresaltado por la repentina aparición de un elefante justo detrás de él, se giró para mirar al intruso antes de atacarlo. Por un breve momento, los dos gigantes grises se enfrentaron mirándose fijamente en una nube de polvo hasta que el rinoceronte se dio cuenta de que estaba superado y giró la cola. Mientras lo hacía, el elefante se lanzó hacia adelante empujando al rinoceronte con su trompa y sus colmillos, empujando a su rival mucho más pequeño hacia las aguas poco profundas fangosas donde casi pisotea a su propia cría.
Tummalapalli y su familia quedaron conmocionados por la pelea inesperada, pero “se sintieron un poco más tranquilos una vez que los rinocerontes comenzaron a huir”.
Satisfecho de que los rinocerontes ya no fueran un problema, el elefante dirigió su atención a los espectadores humanos. “No sé si nos habría atacado, pero pusimos más distancia entre el vehículo del safari y el agresivo elefante antes de que pudiéramos averiguarlo”, explica Tummalapalli.