El nutricionista más famoso del doctor Argentina es Alberto Cormillot, quien nació allí el 31 de agosto de 1938. A lo largo de su extensa carrera, a través de sus instalaciones para tratar la obesidad, iniciativas de alcance y mensajes en los medios de comunicación, ha ayudado a miles de personas con trastornos alimentarios a hacer cambios positivos en sus vidas. Alberto, quien se casó con una mujer 48 años menor que él y tuvo un hijo cuando tenía 83 años.
Mientras que el parto ocurre con más frecuencia entre la segunda y cuarta décadas, hay momentos en que los milagros de la vida pueden suceder. El nacimiento de un hijo es la mayor alegría en la vida de una pareja y puede seguir sorprendiéndonos a medida que envejecemos. Y creemos que la vida sigue siendo muy emocionante en los años posteriores. Para disipar cualquier malentendido sobre comenzar una nueva familia más tarde en la vida, queríamos compartir la historia de este hombre. A pesar de ser elogiado por su exitoso trabajo, su vida personal se mantuvo en secreto hasta que anunció su compromiso en 2019. Estefanía Pasquini, 48 años más joven que él, es su esposa y en 2021, dieron la bienvenida a su primer hijo. El médico describió cómo él y su esposa habían decidido que su hijo no consumiría sal ni azúcar durante los primeros dos años de vida.
La pareja es resiliente ante la crítica porque ambos apoyan completamente sus decisiones y se niegan a dejar que nadie arruine su felicidad. Su esposa reconoció que era consciente de que eventualmente él fallecería, pero que estaba preparada para lidiar con eso cuando llegara el momento. No dijeron nada que ni Alberto ni yo estuviéramos al tanto o que no hubiéramos discutido previamente, afirmó. Lo discutí con mis amigos, quienes me aseguraron que sucedería por las razones adecuadas en la vida: tendrás un bebé hoy, y no estará allí mañana.
Y después de que él se vaya, todos estaremos allí para ayudarte a seguir adelante. Emilio es una prueba viviente de que el amor es poderoso. Después de tener a su hija Renée y posteriormente a su hijo Adrián, Alberto ha tenido más de 50 años para experimentar lo que es ser padre. Reconoce que debido al tiempo que ha pasado entre el nacimiento de su hijo mayor y el nuevo, se siente como padre por primera vez mientras aprende más sobre los aspectos contemporáneos de la paternidad.
Él admitió: “Ya no recuerdo mucho sobre esa experiencia. Tomamos un curso de cochecito antes de la compra de cochecitos de ayer. Estos eran mucho menos desarrollados en ese momento e incluso no existían. Los pañales de tela solían limpiarse y cambiarse en el pasado, pero las cosas son muy diferentes ahora”. Es una historia de amor que desmantela obstáculos y prejuicios.