Mientras pasaba junto al caballo abandonado, escuché un ruido espeluznante que me provocó escalofríos. Era un silbido profundo y gυttυral que soltaba como un palo gigante. No podía creer lo que escuchaba, y mi corazón se aceleró mientras me preguntaba qué tipo de criatura podría estar haciendo tal equilibrio.
La casa abandonada había estado desocupada durante años, y nadie había visto animales o mascotas cerca de ella. Mientras escuchaba atentamente, el líquido parecía provenir del interior del caballo. Era tan fuerte que podía oírlo desde la calle. Me di cuenta de que tenía que investigar este incidente.
Lentamente, me acerqué a la casa, dando pasos hacia la puerta principal. Cuanto más me acercaba, más fuerte se volvía el silbido. Mi curiosidad y miedo estaban en su punto máximo.
Cuando abrí la puerta, me invadió un olor abrumador a descomposición y moho. El agua se hizo más fuerte y me di cuenta de que venía del sótano. Encontré la escalera y comencé a descender.
El sótano estaba oscuro y húmedo, con telarañas colgando del techo. Apenas podía ver algo, pero aún podía escuchar el silbido. Mis manos temblaban cuando alcancé el interruptor de la luz, y cuando lo apagué, me encontré con una vista increíble.
Allí, enrollado en la esquina del sótano, había un palo enorme. Sus escamas eran del tamaño de diferentes platos, y sus ojos brillaban rojos en la tenue luz. El rayo levantó la cabeza, y vi sus colmillos afilados como navajas brillando en la oscuridad. Me congelé con Teoría, pero de alguna manera logré retroceder y subir las escaleras.
Cuando salí a trompicones de la casa, me di cuenta de que el sonido sibilante era el movimiento de un redato muerto. Fue un error, pero cómo sabía la verdad sobre la casa abandonada. Era el hogar de un gigante, y no era un lugar para la falta de corazón.
Fuente: favamazing.com